La selenita es una variedad de yeso conocida por su brillo blanco y translúcido, similar a la luz de la luna. Su nombre deriva de la diosa griega de la luna, Selene, y se asocia con la pureza espiritual, la paz profunda y la claridad mental. En la práctica espiritual, la selenita se utiliza para limpiar la energía, meditar, y conectar con la intuición.